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Cómo ahorrar en comida: aprovecha y evita tirar alimentos

¡El desperdiciar se va a acabar! Te invitamos a que cambies tu forma de ver la comida, aprovechando mejor los alimentos y “reciclándolos” en la medida de lo posible. ¡Aprende con IKEA a ahorrar en tu presupuesto de comida y evita tirar sobras!

 A veces, dejamos caducar alimentos en el frigorífico porque compramos de más o por una mala organización en nuestros menús. Otras veces, cocinamos demasiada cantidad y como no queremos repetir comida, directamente la desechamos. Es necesario cambiar estas dinámicas, siendo conscientes de que podemos darle una nueva vida a las sobras, de que hay trucos para evitar desperdiciar la comida. Cambiar esta forma de actuar será un buen método para ahorrar en casa, pero también para crear un mundo más sostenible y reducir los residuos y la basura que generamos. Así que, empieza ya mismo con algunos de estos consejos para aprovechar las sobras y ahorrar en comida. ¡Vamos!

1. Guarda los alimentos en táper y botes de cristal herméticos

 

Guardar los alimentos correctamente es fundamental para que se conserven en las mejores condiciones el mayor tiempo posible. Cerciórate siempre de que los botes y tápers están bien cerrados para evitar que les entre aire o humedad y así los alimentos se conserven en perfecto estado.

También te recomendamos que optes, en la medida de lo posible, por tápers de cristal en sustitución a los de plástico. ¿Por qué?

  • Son más respetuosos con el medio ambiente.
  • Son más fáciles de limpiar, por lo que no gastamos tanta agua.
  • Se impregnan menos los olores.
  • Duran más tiempo porque no se deforman ni se desgastan tanto como los de plástico.
  • La comida sabe mejor cuando la guardamos en cristal. ¡Haz la prueba!

2. Ahorra en comida: congela las sobras ¡y los ingredientes!

 

Cuando cocinamos mucha cantidad de comida solemos congelarla para que nos dure durante varios días e incluso semanas. Pero, ¿qué pasa con los diferentes ingredientes de muchas de esas comidas?

Hay muchísimos alimentos que se pueden congelar para sacarlos únicamente cuando nos hacen falta para una receta, evitando así que se pongan malos en la nevera y acaben en la basura.

Por ejemplo, puedes congelar los pimientos, cebollas o ajos ya lavados y cortados en una bolsita hermética o en un tupper, solo esperando a que saques la cantidad que necesitas para cocinar.

Lo mismo sucede con hierbas aromáticas como el perejil o el cilantro o con alimentos más “grandes” como la calabaza, ¡e incluso con el aguacate! Un truquito para este último: para congelarlo, haz una especie de guacamole (es decir, machácalo) y échale un poco de jugo de limón. Después, mételo en un táper con su hueso, que también ayuda a reducir la oxidación. ¡Y listo para comer cuando te apetezca!

3. Haz mermeladas y encurtidos caseros

 

Otra forma de conservar las frutas y otros alimentos que se van a poner malos es convertirlos en una receta a largo plazo. Para las frutas tienes la posibilidad de hacer mermeladas, mientras que con las verduras y algunas hortalizas puedes optar por encurtirlas.

Para ello, es tan sencillo como coger una verdura u hortaliza, añadir una parte de vinagre, dos partes de azúcar y tres partes de agua. Mételas en un bote con tapa hermético y déjalas un mínimo de dos horas para que empiecen a coger sabor. Podrás aprovecharlas desde ese momento hasta unas cuantas semanas después tanto para un picoteo como para diferentes tipos de recetas.

4. Reinventa recetas con las sobras: ahorra en comida

 

Ha sobrado un poquito de arroz de un plato, carne en otro y verduras en otro. ¿Por qué tirarlo aunque sea solo un poquitín de cada cosa? Antes de dirigirte al cubo de la basura piensa bien si no puedes guardar esas sobras ya cocinadas para reinventarlas a la hora de la cena o al día siguiente.

Nuestras abuelas ya aprovechaban el mismo cocido varias veces: para hacer ropa vieja, para echarle nuevos fideos a la sopa que sobraba, para hacer croquetas… ¡Y así con muchísimas comidas más!

¡Casi todo se puede reinventar, solo necesitas algo de imaginación y ganas de volver a ponerte manos a la obra!

5. Etiqueta con fechas para evitar tirar alimentos caducados

 

Muchas veces abrimos el cajón del congelador o la despensa y pensamos: “¿cuánto tiempo hace que envasé esto?”. Y antes de arriesgarnos, muchas veces optamos por tirarlo.

Es obvio que no vamos a saber cuándo se pondrá mala la comida, pero tener clara la fecha en la que la envasamos nos hará tener una idea más real de si estará o no en buenas condiciones o qué debemos “gastar” antes o después. Es decir, nos permite tener claras las preferencias de consumo en función de la fecha y un mejor control de los alimentos que tenemos en casa.

6. Aprovecha los alimentos que ya están cortados

 

Abrir la nevera y ver ese medio limón reseco que quedó en el olvido es tan típico... Nuestra mano se alarga, lo coge ¡y a la basura! ¿Por qué? ¡Hasta esto se puede aprovechar!

Puedes:

  • Quitar la cáscara del limón y congelarla para después usarla en algunas recetas tanto saladas como dulces.
  • Usar la cáscara como ambientador natural para la cocina, colocándola en algunos puntos estratégicos.
  • Preparar una jarra de agua con limón que aporta potasio y vitamina C, entre otras cosas.
  • Prepara un riquísimo guacamole y échale un chorrito de ese medio limón para que no se oxide.
  • Utiliza campanas de alimentos especiales para cubrir los alimentos que cortas, así no se resecarán tan rápido y no tendrás la tentación de tirarlo a la primera de cambio.

Aprovechar cada alimento que compramos es nuestra responsabilidad y con estos consejos, ¡ya no tienes excusas! Y si te han parecido interesantes nuestros consejos y quieres saber más, en este enlace te contamos todo lo que necesitas saber sobre reciclaje y sostenibilidad en el hogar.

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